Cuando las ovejas votan por lobos

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Como iglesia estamos enfrentando épocas difíciles; quizá muchos no lo ven o no lo saben ni les interesa.  A lo largo del tiempo, la iglesia ha estado acompañada de la persecución; el libro de Los Hechos nos muestra algunos ejemplos, en los que el pueblo llevó el mensaje por el mundo y fue perseguido por ello. La primera persecución fue en Jerusalén (5:17-20, 6:8–15); luego vino la muerte de Esteban (8:1–3), la persecución de mano de Saulo (9:1–2). En conclusión, la persecución al pueblo de Dios no es algo nuevo.

¿Qué pasa en la actualidad? La revista «La voz de los mártires» da cuenta de cómo los creyentes están siendo perseguidos por todo el mundo y por los gobiernos, partidos y religiones en todas las latitudes. Hay tres continentes donde los creyentes son perseguidos, golpeados y hasta muertos por causa de Cristo; estos son Asia, África y América.

Sí, en América los cristianos son perseguidos, en México por grupos «socialistas, progresistas»; en Venezuela y Nicaragua se persigue a los creyentes que protestan contra los maltratos sufridos por los gobiernos.  En Cuba, el socialismo reprime y limita las libertades de los cristianos para que el socialismo ateo siga gobernando sin oposición. Hay una película que recientemente fue proyectada en nuestra iglesia local que los creyentes deberían ver para ser conscientes de la realidad de la persecución: «Torturados por amor a Cristo, los años de los nazis»

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con nosotros? Los cristianos en Latinoamérica tenemos el deber de ir a votar a las presidenciales los próximos meses; en países como Costa Rica, Honduras y Chile irán a las urnas para escoger presidentes. Pero lo que más sorprende es que los cristianos se han vuelto «progresistas» y «socialistas», lo que significa que están las ovejas votando para que los gobierne el lobo.

Claramente, este texto no trata de convencer a nadie por quién votar; hay muchos partidos políticos en los diferentes países con ideologías diferentes. Pero como cristianos que oramos por los creyentes que son perseguidos a lo largo y ancho del mundo, no podemos estar votando por políticos que defienden a quienes persiguen a la iglesia. ¿Esto significa que la persecución terminará? No, por supuesto, pero no podemos ser cómplices de quienes matan y torturan al cuerpo de Cristo.

Si usted es creyente y está pensando en votar por un partido que defiende el aborto, el matrimonio homosexual, la prohibición de la iglesia y del culto a Dios, entonces usted tiene un problema con la Palabra de Dios. No podemos estar orando por la libertad del pueblo de Dios y la expansión del evangelio y a la vez estar votando por partidos que se levantan contra Cristo.

Sí, por el plan soberano de Dios, caemos en mano de estos grupos políticos, como nos sucedió en Costa Rica durante ocho años; los creyentes debemos orar para que el Señor nos devuelva la libertad y que nos libre de sus enemigos, porque son enemigos de Cristo. Pero ningún creyente debería tener en su conciencia haber apoyado a quienes luego quieren negar el evangelio en universidades, colegios y parques públicos. Por cierto, esto estuvo prohibido por unos días en San José, Costa Rica, en 2015; la Sala de lo Constitucional tuvo que rescatar el derecho de los cristianos (ver Sentencia N.º 05676 de Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, del 24 de abril de 2015).

El cristiano debe tener una conciencia limpia delante de Dios. Aun en lo político, debe someterse a los gobernantes (Rom 13:1–7). Debe orar por ellos para vivir una vida tranquila (1 Tim 2:1–4). Además, el creyente debe estar preparado para hacer el bien cuando son perseguidos para que enmudezcan a los perseguidores. Es decir, deben honrar al rey (1 Ped 2:13–17).

Hermanos, ya los creyentes están sufriendo muchísimo para que nosotros, que vivimos en libertad, pongamos sobre ellos más cargas apoyando a partidos que defienden a quienes los persiguen. Si tenemos la libertad de escoger nuestros gobernantes, debemos buscar aliviar la carga de nuestros hermanos martirizados; de lo contrario, no deberíamos hipócritamente luego orar por ellos. Sin ninguna sombra de duda, Dios juzgará esto y nos pedirá cuenta.

Si usted pertenece a uno de estos tres países que irán a elecciones, ore a Dios para que le dé sabiduría. Quizá este escrito me haga ganar algunos enemigos creyentes. Pero estoy persuadido de parte de Dios de invitar a los cristianos a orar y a actuar en favor de mis hermanos que son perseguidos. Además, si mi voto puede aliviar la carga de ellos, lo haré con todo gusto. Ejerza su voto con libertad, pero con una conciencia limpia y pura delante del Señor. Como pueblo de Dios libre, alcemos oraciones por quienes no tienen libertad de culto. Buscamos cómo apoyarlos desde nuestra posición e iglesia, con oraciones e intercesiones, sin hipocresía a favor de ellos.

Si quiere saber más de la persecución, puede leer «https://www.persecution.com/es/guiadeoracionglobal/»; únase a la iglesia universal orando por quienes sufren por la causa de Cristo.