Dios se aleja de quienes tienen ídolos.

Ezequiel 14:7 Porque a cualquiera de la casa de Israel, o de los extranjeros que residen en Israel , que se aleje de Mí y erija sus ídolos en su corazón, que ponga delante de su rostro lo que lo hace caer en su iniquidad, y después venga al profeta para consultarme por medio de él, Yo, el Señor, le responderé por Mí mismo . 

Jehová está reprendiendo a Israel por su idolatría; parte del juicio contra ellos es que no les hablará por profetas, ya no les dirá nada. Claramente, el Señor se ha presentado celoso y no comparte su gloria con nadie. Los ha abandonado por cuanto ellos lo han abandonado en pos de los dioses ajenos.

Lo que este pasaje muestra es la insensatez del hombre y su corazón necio; el Señor les está negando profecía y al profeta le prohíbe hablar con ellos. La razón es simple: su corazón es idólatra, están inclinándose a otros dioses y luego hacen imágenes de ellos. Cuando el juicio viene a causa de su pecado, van a Jehová como si tuviesen que adivinar qué dios los salvará; cuando sus ídolos no responden, consultan al profeta, pero ahora Él ha callado.

La única manera de tener palabra de Jehová es arrepentirse y cambiar sus corazones, dejando de lado los ídolos y volviéndose al Señor; cuando sean conscientes de tal maldad, podrán venir al Señor; antes no encontrarán respuesta. Dios ha ocultado su rostro para no oír.

Esto me hace pensar en cuántas veces nos sentimos lejos del Señor o que no nos escucha y que no hay respuesta a nuestras peticiones; claramente, antes de que Dios se aleje, ya ha habido una acción pecaminosa del ser humano. Puede ser que cuando nos sintamos lejos del Señor, haya que revisar el corazón a ver si no hay maldad, ídolos e idolatría, dioses que nos hacen no escuchar su palabra y nos engañan.

El problema es que el corazón es engañoso y usa los sentimientos humanos como excusa para pecar contra Dios; no debe el ser humano dejarse guiar por su corazón porque este indudablemente lo llevará a la idolatría. Y es aquí donde debe sentar las bases de su espiritualidad. Conocer a Jehová y temerle lo va a aliviar de este gran pecado, pero si la generación de creyentes no se preocupa por conocer al Señor y a su Hijo, ¿cómo escapará de la idolatría? Los creyentes son débiles y las iglesias, a causa del desconocimiento del Señor y de su palabra, son guiadas por los ídolos de su corazón.

Hay que conocer más a Dios para escapar de la idolatría, porque por naturaleza somos idólatras; ya sabemos cómo es el corazón del ser humano, perverso e idólatra; hay que orar a Dios que nos alivie de este gran pecado. Entre más cerca estemos del Señor, menos ídolos tendremos.