El regalo de su voluntad

a person sitting on a couch in the dark

En el ejercicio de Su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las primicias de sus criaturas. Stg 1:18.

Este texto nos muestra otra razón indiscutible de que la obra de Dios en nuestras vidas es la santificación y que Él no es responsable de nuestras tentaciones. En primer lugar, el texto nos dice que la regeneración y la vida eterna provienen de Dios, de su voluntad. Cuando una persona cree en Jesucristo, en su muerte y su resurrección, es un ejercicio de la voluntad de Dios que le permite ser salvado (1 Jn. 4:10). El ser humano es incapaz de amar a Dios y de buscarlo, así que en su voluntad se propuso salvarnos (Ro. 8:29–30).

En su voluntad nos hizo nacer (Jn. 3:3–8); la regeneración es una obra de Dios, la que es necesaria para la salvación y vida eterna, porque el ser humano está muerto en sus delitos y pecados (Ef. 2:5–6). Gracias a este nacimiento es que los cristianos participan de Su naturaleza divina (2 P. 1:4). Este nacimiento ocurre por la Palabra (1 P. 1:23–25); es por medio de ella que tenemos acceso a la vida eterna. Es el poder de la Palabra predicada, la que atrae a las personas a la salvación, por el poder de ella, en la voluntad de Dios, el ser humano es regenerado (Ro. 10:14-17)

El objetivo de Dios al hacer la obra de la regeneración es ser primicias de las criaturas. Las primicias son lo mejor de la cosecha, lo primero; esto debe ofrendarse al Señor según la ley (Lv. 23:10–11; cp. Éx. 23:19). Es en este sentido que la iglesia viene a ser primicia de las criaturas, lo mejor; Cristo ha salvado a la Iglesia para mostrarlas al Padre. Es este pueblo el que será presentado delante de Dios y aceptado (2 P. 3:10–13).

El objetivo de Santiago al mostrarnos las misericordias y la salvación que vienen del Señor es que entendamos que de Él solo vienen cosas buenas y maravillosas para nuestras vidas. Si nos ha escogido para salvación y nos ha purificado por medio de su Palabra, ¿cómo lo culparemos a Él de nuestro pecado y de nuestras tentaciones? Dios está lleno de gracia y misericordia; este pasaje también debe animarnos en medio de las pruebas. Si Él pudo salvarnos de nuestra vana manera de vivir y de nuestro fin de muerte, también podrá guardarnos en medio de las pruebas y nos ayudará a vencer la tentación.