Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que Él ha dado testimonio acerca de Su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo. 1 Jn 5:9-10.
El Padre dio testimonio de Cristo, especialmente por medio del Espíritu (Jn. 14:17; 15:26). El ministerio terrenal de Cristo fue autenticado por medio de su Espíritu, a quien envió como señal de su obra en la concepción (Mt. 1:18, 20), el bautismo (Mt. 3:16), en la tentación (Mr. 1:12; Lc. 4:1) y en el largo ministerio de Jesús en la tierra.
Lo que la Biblia nos dice y a lo que debemos prestar atención es a lo siguiente, aquellos que se atrevan a negar la obra de Dios y el ministerio divino de Jesucristo aquí en la tierra han salido a engañar y estos están arrastrando a las personas al infierno. Por tanto, no debemos descuidar nuestra doctrina, la que viene del Padre, para predicar el Evangelio santo de Jesucristo sin dobles.
Lo que debemos hacer con estos falsos maestros que vienen y van, cuando llegan a tocar nuestras puertas, la misma Biblia nos enseña: «Si alguien viene a ustedes y no trae esta enseñanza, no lo reciban en casa, ni lo saluden, pues el que lo saluda participa en sus malas obras» (2 Jn 10–11). A estos no hay que recibirlos; lo único que se puede hacer es predicarles el Evangelio de Jesucristo y apartarse de ellos.
Hoy se ha levantado un espíritu satánico en contra de Cristo y de Dios, en las series, en las películas, aun en los dibujos animados para niños. Como creyentes responsables debemos supervisar en qué se está deleitando nuestros corazones y que no haya un espíritu del anticristo entrando por las puertas anchas de nuestros corazones.
Para estar seguros en Cristo y en su testimonio, hay que seguir aferrados a la verdad de la Biblia, seguir leyéndola, seguir amándola, y esta dará testimonio a nuestros corazones de nuestro Salvador y traerá refrigerio.