1 Pedro
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Dios ha dado pastores a la iglesia para que cuiden de ella, pero esta también puede cuidar a su pastor.
Por tanto, a los ancianos entre ustedes, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoreen el rebaño de Dios entre ustedes, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino…
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Dios quiere que nos comprometamos a llevar su nombre y las consecuencias de ello.
Si ustedes son insultados por el nombre de Cristo, dichosos son, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre ustedes. Ciertamente, por ellos Él es blasfemado, pero por ustedes es glorificado. 1 P 4:14. Si algún creyente está padeciendo por Cristo o es insultado por su Nombre, debe sentir gozo. Cuando las personas…
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La comunión con Cristo trae persecución, pero esta nos recuerda su promesa de gloria.
Antes bien, en la medida en que comparten los padecimientos de Cristo, regocíjense, para que también en la revelación de Su gloria se regocijen con gran alegría. 1 P 4:13. Ya que Pedro ha desarrollado en toda la epístola la realidad de los padecimientos de los cristianos y ha dicho que no es una cosa…
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Las pruebas son la realidad de los creyentes, que les muestra dónde está su corazón.
Amados, no se sorprendan del fuego de prueba que en medio de ustedes ha venido para probarlos, como si alguna cosa extraña les estuviera aconteciendo (1 P 4:12). Hoy muchos esperan que la vida cristiana sea llena de bendiciones, sin problemas ni contratiempos, pero esto no puede estar más alejado de la realidad. Cuando Pedro…
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Desarrollar nuestros dones trae gloria a Dios y bienestar para los creyentes.
Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante…
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Mientras esperamos a Cristo, debemos amarnos y cuidarnos los unos a los otros.
Sobre todo, sean fervientes en su amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. Sean hospitalarios los unos para con los otros, sin murmuraciones. 1 P 4:8-9. El anhelo de la pronta venida de nuestro Señor debe llevarnos a tener una mejor comunión con los creyentes, con los hermanos, en…
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Los cristianos debemos ocupar nuestras mentes en Cristo mientras lo esperamos.
Pero el fin de todas las cosas se acerca. Sean pues ustedes prudentes y de espíritu sobrio para la oración.Sobre todo, sean fervientes en su amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados. 1 P 4:7–8. Ya que el día se acerca, el día en que los cuerpos de los…
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El Dios que manda a los cristianos al mundo juzgará a los que se oponen a sus enviados.
Pero ellos darán cuenta a Aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos. Porque con este fin fue predicado el evangelio aun a los muertos, para que aunque sean juzgados en la carne como hombres, vivan en el espíritu conforme a la voluntad de Dios. 1 P 4:5–6. Ciertamente, la…
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El creyente debe abandonar su pasado de pecado, porque ha sido salvado de esa vida.
Porque el tiempo ya pasado les es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces, y abominables idolatrías. Y en todo esto, se sorprenden de que ustedes no corren con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y los insultan. 1 P 4:3–4. Este texto…
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La victoria de Cristo nos invita a vivir en santidad.
Pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, ya no para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. 1 P 4:1-2. Jesús es quien ha vencido la muerte y el pecado, es quien puede dar la verdadera victoria a…
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