Santiago
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El mal de la sabiduría terrenal.
¿Pero si tienen celos amargos y ambición personal en su corazón, no sean arrogantes y mientan así contra la verdad. Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala. Stg 3:14–16. En cuanto a…
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Características externas del sabio y entendido.
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Stg 3:13 La Biblia nos ha llamado a no hacernos maestros sin antes revisar nuestro corazón; este reconocimiento de nuestra forma de hablar de los hermanos, de bendecir a Dios, nos muestra la realidad de nuestro corazón.…
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El pecado de la dualidad al hablar.
Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios. De la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso una fuente echa agua dulce y amarga por la misma abertura? ¿Acaso, hermanos míos, puede…
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La lengua es indómita.
Porque toda clase de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el ser humano, pero ningún hombre puede domar la lengua. Es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Santiago 3:7–8 Una verdad impresionante que dice Santiago acerca de la lengua es su…
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Los pecados que se cometen con la lengua.
Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. ¡Pues qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! También la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e…
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Cuidado con la lengua.
Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo. Miren también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere. 3:3–5. El poder y la…
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Cuidado al enseñar de parte de Dios
Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos de ustedes, sabiendo que recibiremos un juicio más severo. Porque todos fallamos de muchas maneras. Stg 3:1–2. Los rabinos, es decir, los maestros, que eran judíos, gozaban de gran privilegio; eran muy respetados por el pueblo. Es posible que en los inicios de la iglesia muchos de…
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La fe verdadera es mostrada.
¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada; y se cumplió la Escritura que dice: «Y Abraham creyó a Dios y le fue contado por…
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La hipocresía de la fe superficial.
Pero alguien dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras». Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril? Stg…
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La falsa fe es muerta porque no nace del Padre.
Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de ustedes les dice: «Vayan en paz, caliéntense y sáciense», pero no les dan lo necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Stg 2:15–17. En este…
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