Les escribimos estas cosas para que nuestro gozo sea completo.
1 Jn 1:4.
Nunca olvidaré la conversación que tuve con un padre mientras veía a su hijo morir, sus palabras, según recuerdo fueron estas «Este es el plan de Dios, todos debemos morir, lo importante ahora no es que viva o muera sino que reconozca a Jesús como salvador» Esto lo dijo con una serenidad absoluta, sin lamentos. Estaba convencido que Cristo era la solución. No necesitaba que viviera en la tierra, pero le urgía a su hijo para que salvara su alma para que alcanzara vida eterna. Entonces entendí el alcance del gozo
La epístola de Juan y su mensaje de Jesucristo tiene como objeto crear gozo en medio de los lectores, que esa sensación de seguridad y tranquilidad esté con ellos al conocer de cerca la obra redentora del Señor. El gozo en común que genera esta epístola es generado por la comunión intima con Dios.
Hablando de la fuente del gozo, hay que saber que este solo proviene de una comunión intima con Dios, así que el gozo del creyente será proporcionalmente a la intimidad que tenga con el Señor. Jesús fue el hombre con más gozo sobre la faz de la tierra, al punto de decir lo siguiente: «Estas cosas les he hablado, para que Mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto» (Jn 15:11), en el contexto inmediato Jesús dice que Él es la vid y los creyentes los pámpanos, lejos de Él nada se puede hacer, además les manda a que permanezcan en amor como Él lo ha hecho.
En conclusión el gozo no está determinado por las circunstancias, está determinado por nuestra fuente de seguridad en medio de la peregrinación en la tierra. El creyente no debe dejarse influenciar por las circunstancias de la vida, porque estas quitan el gozo, pero nada puede separarnos del amor de Dios en Cristo (Ro 8:35–39). Jesús es el único que ha perdido todo lo que tenía siendo inocente, sin pecado, acusado falsamente y crucificado a causa de pecadores, pero nadie podrá decir jamás que no fue un hombre gozoso.
El conocimiento de Jesús, su obra, su comunión da gozo, de ahí que al creyente se le mande, se le demande que esté gozoso (Fil. 4:4; 1 Ts. 5:16). Todo esto es porque el reino de Dios trae gozo consigo «Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo» (Ro. 14:17). Todos los que han puesto la fe en Cristo tendrán el gozo de la salvación, el gozo completo. Por ello el Señor nos manda «Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mt 6:33). Cuando la mirada está puesta en el cielo, el mundo puede perecer y el gozo mantenerse intacto.
¿Cómo observa el gozo en su vida, es Cristo su supremo gozo?