La inspiración es la obra de Dios Espíritu Santo guiando a los escritores de la Biblia a redactar lo que en verdad es la Palabra de Dios, lo que le da el carácter de infalibilidad.
INTRODUCCIÓN
Las Escrituras siempre han sido atacadas por los incrédulos, cada vez más personas ponen en duda la autoridad y la autenticidad de las Escrituras. La inspiración de la Biblia es la obra que Dios ha hecho por medio de su Santo Espíritu para revelar lo que es en verdad su Palabra. En este texto se resumirá algunos principios que ayudan a entender cómo vieron las generaciones de escritores y el mismo Jesús las Escrituras para solidificar este tema en el corazón de los lectores.
Es necesario recalcar que se definirán brevemente algunos términos y se hará un breve recorrido por los pasajes de las Escrituras que muestran la convicción de los escritores en la inspiración y como esta verdad fue enseñada y sostenida por ellos al citar y dar mandamientos a través de otros autores bíblicos. Este ensayo no busca ser exhaustivo por lo cual si el lector quiere enriquecer su conocimiento de este tema deberá buscar otras fuentes, algunas se citan en este texto, debe tener en cuenta que este escrito solo será una introducción a la gran verdad de la Inspiración de las Escrituras.
La inspiración del Antiguo Testamento
En términos generales se llama libros inspirados a los escritos producido por el Espíritu de Dios; literalmente aquellos que surgieron del aire que fue físicamente expulsado de los pulmones de Dios.[1] Pablo tenía esto en mente cuando escribe a Timoteo (2 Timoteo 3:16), le dijo «Toda la Escritura es inspirada por Dios». Para entender lo que significó este pasaje es necesario acercarse e investigar lo que en el principio significó para la audiencia original y desde la perspectiva paulina que significa este término y que escritos estaban incluidos bajo el paraguas de la inspiración.
En primer lugar hay que entender que cuando se escribió las epístolas paulinas lo que se conocía como Escrituras, en primera instancia, esa referencia es de los textos del Antiguo Testamento. Cuando Pablo escribió estas palabras hizo referencia directa a los escritos probablemente de la Septuaginta,[2] que para esa época Timoteo la conocía muy bien desde la niñes. Entonces en principio es necesario pensar que en la mente de Pablo estaba el Antiguo Testamento, pero en la mente de Dios estaban los 66 libros de la Biblia.
Los textos del Antiguo Testamento
Para entender esto es necesario partir de las verdades que las mismas Escrituras enseñan de ellas mismas y lo que Cristo enseñó acerca de ellas. En los textos veterotestamentarios es muy fácil encontrar pasajes que literalmente dicen ser dados por Jehová, por ejemplo Éxodo 20. Muchos pasajes se registra literalmente las Palabras de Dios como en Génesis 2:16–17. En el Antiguo Testamento se registra algunas ocasiones a Dios diciendo lo que tenían los profetas que escribir (Éx. 34:27). En otras partes de las Escrituras es el autor el que relata sus sentimientos y pensamientos (Ec. 12:9). Por lo tanto es fácil ver que Dios está directamente enseñando y hablando a través de los profetas y escritores. Por otro lado el deseo que manifestó Dios fue que quedara evidencia de lo que Él estaba haciendo, hay algunos textos en los que manda a registrar Sus Palabras, dentro de ellos se encuentran los siguientes
- Éxodo 34:27: Dios le dijo a Moisés: «Escríbete estas palabras, porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.» Este pasaje establece la importancia de documentar las instrucciones divinas.
- Deuteronomio 31:24-26: «Y cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta su conclusión, dio orden a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, diciendo: ‘Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios; y será allí por testigo contra ti.’» Aquí se enfatiza la necesidad de preservar la ley escrita como un testimonio.
- Jeremías 30:2: El Señor le dice al profeta Jeremías: «Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado.» Este mandato subraya la importancia de registrar las revelaciones divinas para futuras generaciones.
- Habacuc 2:2: «Y el SEÑOR me respondió y dijo: ‘Escribe la visión y grábala en tablas, para que corra el que la lea.’» Este versículo indica que las visiones y mensajes deben ser escritos para su difusión efectiva.
- Éxodo 17:14: «Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ‘Escribe esto en un libro para que sirva de memorial…’» Esto muestra la intención de recordar eventos significativos a través de la escritura.
- Números 33:2: «Y Moisés escribió sus salidas por sus jornadas, conforme a los mandamientos del SEÑOR.» Este pasaje resalta cómo se registraron los viajes del pueblo de Israel bajo la dirección divina.
Dicho lo anterior es fácil rastrear la inspiración de las Escrituras en el Antiguo Testamento lo que para Pablo no fue una cosa extraña. Él mismo dice «Toda la Escritura es inspirada por Dios». Ahora es necesario ahondar en el uso que ellos dieron del Antiguo Testamento y su dependencia de él.
Cristo citó el Antiguo Testamento
Cristo dio testimonio acerca de las Escrituras dándoles autoridad Divina y mostrando su origen sobrenatural (Lucas 24:25, 44; Juan 5:39). Mientras Jesús realizaba su ministerio terrenal fue citando una y otra vez las Escrituras, insistió el Antiguo Testamento no puede ser quebrantada (Juan 10:35). Mencionó que venía a cumplir la ley (Mateo 5:17). La ley existirá es la palabra de Dios y permanecerá eternamente (Mateo 5:18; Lucas 16:17); las profecías acerca de Cristo se cumplirían porque son Palabra de Dios (Mateo 26:54; Lucas 22:37; compare Marcos 8:31; Lucas 18:31). Jesús constantemente citaba las Escrituras (Mateo 4:4, 7, 10).[3]
En el Nuevo Testamento tenemos a Dios citando sus propias Palabras, es decir Jesús el cual es Dios (Jn 1:1). El ministerio de Jesús es la profecía del Antiguo Testamento cumpliéndose, lo que por sí mismo es una evidencia irrevocable de la autoridad Divina de las Escrituras. Quien se atreve a negar la autoridad divina de los escritos veterotestamentarios tienen que negar por implicación el ministerio de Cristo ya que estuvo basado en las promesas, los mandamientos y la gracia que Jehová dio a los antiguos.
Los Apóstoles citaron el Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento fue muy importante para el ministerio de los Apóstoles quienes constantemente lo citaron para enseñar las verdades de Dios y respaldar las enseñanzas de Cristo. Todo el ministerio apostólico estaba rodeado de las Escrituras del Antiguo Testamento. Pablo defiende los textos veterotestamentarios como necesarias para enseñar a las generaciones presentes (Romanos 15:4), dice de ellas que fueron dadas como ejemplo (1 Corintios 10:11). Pedro por su parte traslada mandamientos de la ley para la Iglesia (1 Pedro 1:16).
Pero más importante aún la Iglesia inicia su historia con la predicación del Evangelio que estaba basado en las Enseñanzas de los profetas y demás escritos. Pedro cita a Joel y a David en su primer sermón y según relata Hechos se convirtieron 3,000 almas (Hech 2:41). En su segundo sermón citó a Moises al hacer referencia a los patriarcas (Hech 3:21–26). Esteban citó a Moises y a David (Hech 7:1–53), Felipe predica el Evangelio basado en el libro de Isaias (Ver cap 8) y Pablo basaba su mensaje de evangelio en los Escritos (Ver cap 13). Todas estas evidencias muestran como los Apóstoles observaron la Palabra de Dios, la predicaban, la usaban como base de su mensaje.
El mensaje de Jesucristo, su ministerio, sus exhortaciones estaban basadas solo en el Antiguo Testamento, enseñando una y otra vez que su ministerio estaba dirigido por la voluntad del Padre que había sido revelado en las Escrituras. El Evangelio y el mensaje del Nuevo Testamento estaban basados en el Antiguo, por lo tanto es una continuidad de las promesas de Dios. Aunque la Iglesia era un misterio, ahora se ha revelado pero no es un tratamiento diferente, es el mismo mensaje de salvación y por ello es tan importante para Cristo y los Apóstoles las enseñanzas de las Escrituras, si para ellos era tan importante no debe ser menor para la Iglesia, esta debe entender y observar la Biblia como Inspirada desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
La inspiración del Nuevo Testamento
Citar la inspiración del Antiguo Testamento parece ser muy fácil, es decir, se puede rastrear a lo largo de toda la Biblia las evidencias pero ¿Qué del Nuevo testamento? Cuando Pablo dice “Toda la Escritura es inspirada por Dios” los teólogos conservadores concuerdan totalmente en que implicaba también la inspiración del Nuevo Testamento. Para demostrar este punto es necesario saber que dijo Jesús de estos Escritos que vendrían.
Jesús autenticó a el Nuevo Testamento.
En su ministerio terrenal Jesús no solamente citó directamente el Antiguo Testamento, también prometió que vendría nueva revelación. En primer lugar Cristo afirmó repetidamente que cuando Él hablaba, sus palabras eran las que el Padre le había dado.[4] Lo que quiere decir que las enseñanzas de Jesús provenían del Padre, eran Palabra de Dios. Sobre esta base, puede decirse que el registro apostólico de las palabras de Cristo es un mensaje divinamente autoritativo de parte de Dios. Como dijo Jesús en Juan 8:26–28. Además de esto Jesús prometió que vendría una nueva inspiración por medio del Espíritu Santo, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn. 14:26).
La profecía de Jesús se cumplió en Hecho hay algunas citas bíblicas que ayudan a confirmar esta verdad.
- Mateo 10:20: Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.»
- Hechos 1:16: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese esta Escritura que el Espíritu Santo habló antes por boca de David.
- Hechos 2:4: Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
- Hechos 10:19-20: El Espíritu le dijo: He aquí, tres hombres te buscan; levántate, pues, y desciende y no dudes en ir con ellos.
En estos claramente las Escrituras explican como es que el ministerio de la revelación de las Escrituras del Nuevo Testamento estuvo dirigido por el Espíritu Santo. Definitivamente la Deidad estaba implicada en la revelación y en la Inspiración, es innegable
Los Apóstoles autenticaron a el Nuevo Testamento.
Los Apóstoles también hablaron acerca del Evangelio asegurando que no provenía de ellos sino de Dios, Pablo defendió esta verdad en su epístola a los gálatas (Gá. 1:11–12, 15–16). Pedro sabia y enseñaba que el Señor había usado a Pablo, se refirió a las cartas de Pablo, diciendo que «hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición» (2 P. 3:16), Judas da fe de que de los dichos de los Apóstoles en sus epístolas como dadas de Dios (Jud. 17–18) y que a la vez vendrían burladores que tratarían de desacreditarlas.[5]Por último es necesario observar lo que Juan dice acerca del Apocalipsis, literalmente dice que es «La revelación de Jesucristo, que Dios le dio» (Ap. 1:1–2). Algunos textos que se pueden relacionar son los siguientes
- Hechos 2:17-21: Pedro cita a Joel y a Cristo para demostrar el cumplimiento de la promesa de Jesús.
- 1 Corintios 15:3-4: Pablo menciona que «Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras» haciendo referencia al cumplimiento de las Escrituras en los Evangelios
- 1 Juan 2:7-8: Juan habla del mandamiento dado por Jesús, cita a sí mismo en la recopilación de las enseñanzas de Jesús.
Los autores del Nuevo Testamento se citan mutuamente y hacen referencia a enseñanzas anteriores dentro de los mismos Escritos, esta relación es importante porque da autoridad a las Escrituras inspiradas y dadas por los Apóstoles. Los Apóstoles no solamente estaban seguros de que los Evangelios fueron inspirados por Dios, también las Epístolas tuvieron rápidamente este reconocimiento. Por último Jesús mismo dio testimonio de esta nueva revelación en Apocalipsis. Todo el Nuevo Testamento fue inspirado por Dios también, tiene autoridad, todo lo que está escrito en él refleja el carácter santo del Señor y tienen poder para transformar a las personas y salvarlas como lo hizo el Antiguo Testamento.
Conclusión
La verdad de la Inspiración de las Escrituras tiene que ser creída por medio de la fe por tanto toda persona que se exponga a ella debe entender que es Dios quien ha hablado. Las personas que quieren arbitrariamente eliminar esta doctrina lo seguirán haciendo pero es necesario que los que si creen en esta verdad conozcan las enseñanzas de la Biblia y que la defiendan de todos los ataques del enemigo.
Dios hizo la obra de dar su Palabra, la verdad que salva y da vida eterna a las personas que por medio de la fe creen en ella. Hay suficiente evidencia que demuestra la inspiración de la Biblia y los que creen en esta verdad tienen suficientes argumentos para defenderla de aquellos que se oponen a ella. Así que cuando Pablo escribió que toda la Palabra de Dios es Inspirada, el Espíritu Santo lo movió a escribir esto para referirse a los 66 libros que hoy se conoce como La Santa Biblia.
BIBLIOGRAFIA
[1] Rick Brannan, ed., Léxico Lexham del Nuevo Testamento Griego (Bellingham, WA: Lexham Press, 2020). 284
[2] William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito (Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 2006), 340.
[3] Philip Wesley Comfort y Rafael Alberto Serrano, El Origen de la Biblia (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2008), 34–35.
[4] John MacArthur y Richard Mayhue, Teología Sistemática: Un estudio profundo de la doctrina bíblica, trad. Loida Viegas Fernández y Juan Terranova (Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 2018), 97.
[5] John MacArthur, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, vol. 4, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2012), 144.
Lecturas recomendadas
Buswell, J. Oliver, Jr. Teología sistemática, tomo 1, Dios y Su revelación. Miami, Florida: LOGOI, Inc., 1979.
Erickson, Millard J. Teología sistemática. Editado por Jonatán Haley. Traducido por Beatriz Fernández. Segunda Edición. Colección Teológica Contemporánea. Viladecavalls, Barcelona: Clie, 2008.
Keller, Brian R. La Biblia: La Palabra inspirada e inerrante de Dios. Editado por Curtis A. Jahn. Tercera edición. Enseñanzas de la Biblia Popular. Milwaukee, WI: Northwestern, 2002.
Grudem, Wayne. Teología sistemática: una introducción a la doctrina bíblica. 2ª ed. Grand Rapids, MI: Vida, 2012.