Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. 1 Jn 1:2.
La pregunta que los científicos siempre se hacen es ¿Dónde inició la vida? ¿Qué la originó? A esta pregunta la siguen un montón de teorías y conspiraciones, cuentos e historias insostenibles que requieren tanta fe para ser sostenidas que los defensores de ellas parecen sacerdotes de su propia religión.
Pero Juan dice que la vida se manifestó, en la teología esto es importante porque Jesús es la fuente de la vida «Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho» (Jn 1:3). Jesús es la fuente de vida, la que dio origen al mundo, todo lo que existe es de Él y para Él «Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él» ( Col 1:16). En primera instancia Jesús es la fuente de la vida sobre la tierra (cf. Gn 1), Él dio origen al hombre.
Además es la fuente de vida eterna, la vida se manifestó, el que puede dar vida eterna, el Cordero que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Jesús puede dar vida porque tiene vida en sí mismo (Jn. 5:26; cp. 1:1–4; 5:39–40; 11:25–26; 1 Jn. 5:12). El Padre y el Hijo tienen la pueden conceder vida eterna (Jn. 6:37–40). Esto se lee muy fácil pero debió ser de sumo gozo para Juan escribirlo y de gozo para los que recibieron esta carta. Sus vidas están aseguradas en la fuente de vida eterna.
Los receptores de la carta podían sentir el gozo de tener la vida asegurada en Cristo, muy a pesar de lo que los religiosos del momento les querían hacer pensar. Escuchar que Jesús es la fuente de vida y la Eterna porque la fe de ellos estaba depositada en esta verdad Jesús es Vida eterna que es para salvación (3:15–16, 36; Ro. 10:9–10). Como creyentes no debemos dejar de asombrarnos de Cristo de su poder, de lo que nos ha dado, de su gracia salvadora.
¿Por qué el mundo no se asombra? Porque ellos siguen buscando una fuente de vida que no provee salvación ni vida eterna y para ellos esa fuente de vida que buscan es su perdición «El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él» Jn 3:36. No trae gozo, ni promesa, pero cada uno de nosotros debemos revisar nuestro corazón ¿Hallamos el gozo en la fuente de vida manifestada en Cristo? Si la respuesta es «no» todavía hay perdón de pecados en su nombre si se arrepiente y pide a Él perdón de pecados y el don de la vida.