Las incongruencias, del dicho al hecho.

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Él que dice: «Yo lo he llegado a conocer», y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en Él. 

1 Jn 2:4-5.

El ser humano está lleno de incongruencias, una de ellas es fingir lo que no es y luego quejarse de las consecuencias. En estas fechas muchos despilfarran el dinero que luego necesitan, algunos se hacen pasar por gente adinerada con grandes deudas en sus tarjetas. Hay otros que se hacen pasar por cristianos y se quejan de la santidad

Las incongruencias en la vida cristiana no son nuevas, desde los tiempos de Juan había personas que eran incongruentes en su forma de actuar con lo que decían ser. Muchos hoy se quejan de este problema como si fuera un evento nuevo o como si nunca en la historia se hubiese sufrido. Pero no es así, desde el inicio de la existencia de la iglesia ha habido personas que dicen ser cristianas y no lo son.
 
La evidencia más palpable es el poco deseo de las personas por la santidad. La lucha que tienen algunos líderes en la iglesia es que quieren darle alimentos de ovejas a cabras, esto hallará lógicamente resistencia.  Porque el creyente en Cristo, ama la ley de Dios, se deleita en ella y la guarda con gozo y alegría.
 
El que guarda la palabra de Dios ha alcanzado la salvación, no por el poder o el amor que tiene en sí mismo, es por el poder que vienen de Dios, de su Santo Espíritu. No es difícil para un creyente guardar la Palabra de Dios porque es para él un impulso natural, intuitivo. En este punto es importante reflexionar si en verdad amamos la Palabra de Dios, esta nos llevará a no pecar (Salmo 119:9), el que ama la Palabra medita y se goza en ella (Salmo 119:97) esto es una verdad absoluta desde la antigüedad.
 
Nadie que desprecie la Palabra de Dios y sus mandamientos y el llamado a la santidad de Ella puede decir que ama a Cristo, esto es una contradicción por sí misma. Jesús, por otro lado, enseñó que los que oyen sus Palabras y cree en Dios es salvo (Jn 5:24). Además, enseñó que la muestra del amor hacia Él es guardar sus mandamientos (Jn 14:15). Así que este pasaje nos ayudará a examinar si realmente amamos a Dios o no, cuanto amamos o no su ley eso nos dirá si lo amamos o no a Él. Siempre habrá personas que dicen que lo aman, pero que nos les interesa su ley, todo esto es una evidencia del pecado que mora en las personas que aún necesitan escuchar el evangelio.